Viaje al Alto Atlas en Btt. Tercer día: Midelt-Agaudim

Día 3 Midelt-Agoudim
Kms: 82.6
Tiempo de pedaleo: 5h 37min
Velocidad Media: 14.6 Km/h
Velocidad Máxima: 54.8 km/h
Desnivel acumulado: ????????


Primer día de bici, que ganitas teníamos, a las 8 de la mañana ya estamos en planta y tras el típico desayuno, bajamos las bicis del coche, las ajustamos y ala!! a empezar sin perder más tiempo. Estamos a 1.500mts de altitud, pero no lo parece, la llanura es inmensa y la vegetación escasa, no da la sensación que estemos a esa altura y mucho menos que las montañitas que tenemos enfrente superen los 3.000mtrs, en España no hay nada parecido.

http://www.youtube.com/watch?v=IMn-h8E1vfM

Poco a poco empezamos a subir por la pista de Jaffar, dejando abajo nuestro albergue que la verdad tenía buena pinta. Bromas, buen ambiente y algunas paradas a reagrupar, pero a lo tonto nos chupamos 25Kms sin parar de subir, poca pendiente pero constante, hemos llegado hasta 2.300mtrs. Por el camino no hemos parado de ver la tónica que nos acompañaría todo el tiempo, continuos rebaños de cabras cuidados por niños que te saludan o te salen al paso para darte la mano o pedirte un caramelo, lástima que se me olvidaran en Sevilla.

No voy a hacer una reflexión muy profunda sobre el tema, pero tened en cuenta que estamos en la zona más pobre de Marruecos. Cuando se te acercan los niños, los miras con cierto recelo, pero poco a poco te das cuenta que no quieren nada extraño, simplemente un caramelo. Entras en los pueblos, y teniendo el mismo cuidado que en España, puedes pasear por sus calles, la gente en general es muy amable, no te acosan y si necesitas algo y está en su mano, te lo van a dar, simplemente es pobreza. Creo que hay mucha gente equivocada sobre ellos, supongo que sus conciencias están tranquilas al ignorarlos o pensar que se lo merecen. Sólo pasar un día con ellos, y tu percepción sobre muchas cosas cambiará para siempre, además de darte cuenta de lo afortunado que eres. Ayer viendo a mis sobrinos protestar y ponerse caprichosos, sólo pensaba en lo bien que les vendría a todos nuestros niños estar allí una semanita…..si Dios (o Alá) quiere, los míos no ignorarán este mundo.

Sigo que me enrollo, lo dejé a 2.300mtrs, con unas vistas impresionantes, a un lado la gigantesca meseta, al otro las gigantescas montañas del circo de Jaffar, aquí te vuelves pequeñito pequeñito... Y ahora a bajar, por mucho que nos advierte el guía de la peligrosidad de la bajada, tardo un minuto en ser el primero en probar el suelo, lo peor es que me voy contra una planta con pinchos y 3 días después aún estaba Marga quitándome pinchos de la pierna. Pero lo peor sería cuando Ale intenta acortar y se mete en una zona de piedras, la caída sí fué más jodida, el dedo se le puso como una morcilla y de verdad que pensé por momentos que íbamos a tenerlo que llevar a un Hospital… menos mal, porque a saber dónde estaba el hospital más cercano, hasta el tercer día no le empezó a mejorar.

Empezamos a llanear por un precioso bosque (algo escaso) de cedros a más de 2.000 mtrs hasta que paramos a comer. La comida, otro protocolo, el guía y los chófers nos preparaban una manta donde sentarnos, ensalada, bocatas de sardina, postre y el té que no falte, todo en un entorno idílico. Había días que nos cocinaban tortilla Bereber o algún guiso, tratados como reyes, tumbados sin dejarnos hacer nada.

Seguimos y encontramos el primer problema. Las lluvias han roto el camino y los 4x4 tendrán que dar una gran vuelta mientras que nosotros seguimos solos varios Kms. Tras una gran bajada por carretera comenzamos otra gran subida donde nos cruzamos continuamente con los famosos camiones “coloraos”, donde se apiñan la gente al ser casi su único medio de transporte. Todos te saludan y desde arriba te piden que les hagas fotos.

De nuevo coronamos y tras otra rápida bajada por carretera, nos metemos en un cañón que en continuo ascenso nos lleva hasta Agaudim que está a 2.000 mtrs de altitud. Llegamos desfallecidos y la impresión del refugio a las afueras, sin luz y agua nos impacta, pero todo cambia cuando nos ponen una impresionante merienda. La familia supermaja, los guías se fueron a comprara al pueblo y nos llevamos una hora haciéndonos entender. Rafa les convenció para que nos cantaran canciones populares (increíble como se hizo entender), y cuando ellos nos pidieron los mismo, sólo se nos ocurre cantar hola don pepito, hola don José, menudo ridículo!! Nos miraban y pensaría, menuda mierda de música popular española, jajajaja

La ducha otro espectáculo, con velas (no había luz) y con cazos de un cubo calentado con un hornillo de gas, lo dicho hemos retrocedido 50 años, y la cena adivinais?? El típico tajín del pueblo. Pero sólo cuando anocheció y vimos el cielo más estrellado que había visto nunca (se veía perfectamente la Vía Láctea), nos dimos cuenta la suerte que teníamos de estar allí, de hacer este tipo de turismo, y que a pesar de las incomodidades, no lo cambiaríamos por nada.

1 comentario:

José Antonio Cuberos dijo...

Se me están poniendo los pelos de punta leyendo vuestro tercer día, bueno vamos con el cuarto.