Viaje al Alto Atlas en Btt. Segundo día: Traslado a Midelt

El segundo día de nuestra aventura por Marruecos es esos tostones de transición para empezar el viaje. Toda la organización seguía perfecta, nos recoge nuestro chófer (no recuerdo su nombre estuvo sólo el día de hoy con nosotros por un percance que contaré luego) a la hora prevista, montamos las bicis (uf todo bien que peso nos quitamos) y los tres, Carlos, Marga y yo, esperamos tomando una coca-cola al resto del grupo cuyo avión venía con algo de retraso.

En el bar del barrio de los suburbios de Marrakech, el monotema marroquí: una bandera del Barça y otra del Madrid, que obsesión tienen con el fútbol español, por todos lados, camisetas de estos dos equipos (muchas más del Barça a mi pesar) y cuando le dices que eres español no saben hablar de otra cosa, es más, es que les decía que era del Recre y me decían que este año había tenido muy mala suerte, que perdío un partido tonto con el Racing o con el Valladolid…pero acaso nosotros nos acordamos como quedó el Recre-Racing???, yo no!!, claro aquí seguimos la liga española apasionadamente, me decían, ahhh y de que equipo de Marruecos eres?? De ninguno aquí, el fútbol es una mierda... pues vaya!!!

En fin que tras casi una hora más tarde, nos vamos al aeropuerto donde ya nos está esperando el resto del grupo, todos muy buena gente y muy competentes (como diría mi madre), gracias a ellos tuvimos una gran ruta (y no lo digo en plan peloteo porque es posible que lean esto). A Carlos se le unió, Rafa un asturiano muy gracioso (y competitivo), su hijo Ale, gran deportista, Pedro el americano de Cádiz y Álvaro, la razón de ser de la competitividad de Rafa… ellos me entienden. Así que en nuestros 4x4 sin A/A comenzamos un viaje de más de 400Kms hasta Midelt.

Aunque en Marruecos las distancias no se miden en Kms, si no en tiempo (9 horas) y es que aunque fuimos por una nacional de las mejores, hay que ir adelantando al de la bici, al del burro, al del vespino, al camión de hace 10 siglos que va cargado que da miedo… un caos, obviamente no podemos compararlo con nuestras carreteras.
Y de ese tostón sólo tendría que comentar una primera parada a comer, sí, un tajín, en un sitio que aquí ni se nos ocurría entrar (pero ya estábamos acostumbrándonos) y una segunda a tomar té en un sitio muy mono que nos intentaron timar, menos mal que le pedimos la carta de precio. Todavía recuerdo a Ale tocándose la cara al salir diciéndole al camarero caradura!!!... sólo eso que comentar si no es porque a las 20:30, a 100 kms de nuestro destino, cuando empezaba a oscurecer y ya íbamos por una carretera secundaria nuestro Jeep... pofpofpfofpof se avería, de película, oscuro en medio de la nada, con el chófer desesperado sin poder movernos, nos partíamos de risa, pensábamos que íbamos a hacer noche allí mismo. Eso sí de vez en cuando aparecía un paisano andando por la carretera, que saludaba y seguía (a las 9 de la noche totalmente a oscuras)... Marruecos y sus carreteras!!. Entoces nuestro guía, Zaid solucionó el tema...todos al otro Jeep bueno (bicis incluidas) y a apretarse y ellos se quedaban esperando la grua..

Una experiencia. Así conocimos al otro chófer Mohamed (Moha, el zorro del desierto), un tío muy cachondo y gran persona, que balbuceaba algo de español y que nos cambio las 7 horas de música tradicional marroquí por musica moderna, DJ Moha, le decía Ale. A las 11 de la noche llegamos al albergue de Midelt, comemos pollo (llamamos para que no nos pusieran Tajín) y cerveza... viva!!!!! hay cerveza, pero a precio marroquí, 25Dh (unos 2,2 €) que para el precío del resto de las cosas es una pasada... A la 1:00 de la madrugada nos despertó Zaid que acababa de llegar con el resto del equipaje… mañana empezamos a pedalear, ya tenemos ganas.

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