Viaje al Alto Atlas en Btt. Octavo día: Tecking por el circo de Taghia.

Kms 22

Pues si hoy toca paseito, nos hemos levantado y realizado el mismo ritual que todos los días, pero esta vez las bicis sólo las veremos a lo lejos montadas en la baca del 4*4, bueno un cambio no vendrá mal. La idea es subir hasta los pies del Circo de Taghia unas paredes impresionantes del interior de las cueles manan pequeñas cascadas que conforman el nacimiento del río que baña el valle de Zaouia.

El cachondeito vino cuando apareció un paisano con un mulo en el que montamos todo lo necesario para la ruta, comida, bebida y lo que no nos apetecía llevar encima. Todos queríamos hacernos fotos con el mulo y nuestro mulero.

El principio de la ascensión se hace por una pista en buen estado hasta que entramos en un cañón escavado por el río. Este tramo es espectacular el camino lo han tallado los habitantes de la zona y serpentea en forma de cornisa a través del cañón con el río a varias decenas de mtrs a nuestros pies. De repente vemos que el mulo va subiendo por medio del río, por ahí es más fácil subir, pero habría que mojarse hasta los tobillos y no era plan.

Una vez paso el cañón el valle se abre y llegamos a una zona agrícola y al final un pueblo. Este si que es uno de los pueblos más perdidos de mundo, está a 2h andando de un punto accesible en coche (Zaouia), que está a su vez a 2h en coche de la carretera asfaltada más cercana, os podeis imaginar. Pero nuestra sorpresa fue mayúscula cuando en el bar del pueblo encontramos Coca-Cola fresquita, además debido al santuario que es esta zona para los escaladores hay varios albergues en un pueblo. Es sorprendente cómo en estos pueblos ha llegado antes la telefonía móvil que la luz, el agua o las carreteras, supongo que es cuestión de prioridades o quizás de saber vender un producto, sea por ko que sea me alegra, estas ventajas le permitirán desarrollarse más rápido que lo hicimos nosotros hace 50 años.

De ahí apenas había 15 minutos a nuestro objetivo, y mientras Zaid montaba el campamento nosotros nos fuimos a ver las cataratas que salían de la montaña. Impresionantes, la fuerza con la que salia el agua de dentro de las montañas era increíble. Para subir a lo alto del circo o escalabas la pared de 500mtrs o subias por 2 canchales, decidimos hace un poco de uno de ellos, sólo un poco, llegar a la cima llevaría horas, quizás más de un día. Subimos sólo unos metros por una garganta estrecha llena de pozas de aguas con rocas muy resbaladiza, lo único que conseguimos fue meternos hasta las rodillas de agua, pero la foto merecía la pena.

Ya en el campo base, Zaid nos había preparado un delicioso pollo asado y ensalada, como nos cuida, y tras una pequeña siesta emprendimos el camino de vuelta, esta vez por el río, total si ya teniamos los zapatos chorreando.

Ya de vuelta en Zaouia, nos dedicamos toda la tarde a recorrernos los bares y albergues en busca de Coca-Cola fría. Lo único que conseguimos fue un sitio que tenía las Coca-colas en el río y al menos no estaban caliente, creo que la cafeína es adictiva. Por la noche nos quedamos más de 1h sentado en el patio totalmente a oscuras mirando las estrellas, creo que ya lo he dicho pero es el cielo más increíble que he visto nunca, miles de estrellas, la vía láctea, planetas. Pedro y Carlos aficionados a la astrología, nos ensañaban las constelaciones, los planetas, hasta a distinguir los satélites y es que a falta de tele es lo mejor que se podía hacer. Mañana emprendemos la vuelta a Marraquesh.

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